Las Legiones Malditas

Las legiones malditasLibro: Las Legiones Malditas
Autor: Santiago Posteguillo
Editorial: Ediciones B
Tipo: Novela Histórica

Segundo libro de la Trilogía que trata sobre la recuperación de las legiones malditas. Estás están integradas por los sobrevivientes de las derrotas en la guerra contra Aníbal. El general de Cartago es imparable. Roma ha exiliado a los soldados que sobreviven en batalla.

Publio Cornelio Escipión, ha sido enviado para llevar la guerra África y que el consejo de Cartago solicite el regreso de Aníbal para detener a los romanos.

La batalla de Zama es el giro de la contienda, por fin, Roma comienza a tener victorias. El precio es alto, los oficiales de Publio mueren en aquel enfrentamiento, dejando solo a Silano como único oficial veterano.

santiago-posteguilloEl autor, narra a detalle lo que será el comienzo del fin de Cartago. La entonces potencia del mediterráneo que soñó con arrebatar los territorios romanos. Aníbal, pese a su brillantez como estratega, tendrá que regresar a territorio púnico para defender a su patria de la invasión romana.

Santiago Posteguillo ha dado continuación a una estupenda historia iniciada con “Africanus, el hijo del Cónsul”.

¿Has visto la película de Gladiador?, la serie de HBO Roma ?. Entonces sin duda te gustarán estos libros.

Esta es la historia de las legiones que desafiaron a Aníbal.

El oficial Mario Juvencio se esforzaba por mantener la formación pero seguían perdiendo terreno.
-¡Mantened la formación! – se desgañitaba
-¡Cerrad las filas, por los dioses!
Pero todo se desbarataba. Los  hombres de Aníbal los estaban derrotando otra vez.

Publio Cornelio Escipión empezó a considerar con seriedad la posibilidad de ordenar la retirada. Mandar a la caballería para proteger la huida, un largo minuto de duda, hasta que el procónsul de Roma escupe al suelo, se ajusta el caso.

-Tendremos que hacer lo mismo, ¿no crees, Marco? – dijo el general mientras se aseguraba que la coraza estuviera bien abrochada y se tentaba la empuñadura de la espada envainada. El procónsul de Roma tendrá que entrar en batalla -continuaba, y desenvainó su espada de doble filo y la hizo girar en el aire 360 grados tal como le enseñara su tío Cneo hace ya tantos años cuando era un adolescente.

Era la señal, un Escipión entraba en combate.